La Nave




La nave llegó a mi vida por Nitu, un día en que no soportó más que yo no fuera localizable y me celularizó. Esta semana es Andrés, mi hermano, quien le da un nuevo giro a mis precarias telecomunicaciones. Quisiera agradecer en este post a estos dos gurú de la tecnología y el avance informático de mi vida, enterados (empapados, inmersos, sumergidos) siempre de los últimos gritos de la tecnología, gritos que yo nunca he querido escuchar, pero que ellos sabiamente han amplificado para mi. Después de muchos esfuerzos, ahora tengo perfil en Facebook, tomo fotografías digitales (acepté mi derrota frente al cuarto oscuro y la ampliadora) y uso celular, como la mayoría de la gente de este siglo.

La nave, el celular del precámbrico que me ha acompañado durante todos estos años, será reemplazado por un negrito más chaché, mas pinchado y, ciertamente, más potente que el ya anciano y deteriorado Transformer a prueba de Lauras.

La nave resistió las vicisitudes más adversas, los cuatrocientos golpes y los avatares más terribles como un firme guerrero. Parecía una navaja de boyscout, de esas que traen cortaúñas, tijeritas y hasta destornillador. Pero había algo mucho más profundo… La nave exigía un tipo de usuario que se adaptara a él, un usuario que amorosamente sacara un enorme morral donde él cupiera, un usuario que tuviera paciencia con su teclado voluble y temperamental, un usuario que no le hiciera reclamos porque envejecía, porque no cabía en un bolsillo como cualquier otro. Pero él NO era cualquier-otro, el era LA NAVE. Yo sé que el negrito también necesitará espacio, pero sobre todo, va a necesitar un usuario inteligente y audaz, y es aquí justamente donde creo que serán necesarios grandes cambios en mi vida o, por lo menos, en mi atrasado sistema operativo. It´s gonna be a long way…

Adiós grillo, Ovni, Transformer, Nave...Adiós muchacho, compañero de mi vida… Ha llegado El Negro, con todo su sabor (con baño, cocina integral, sala comedor…) y yo me voy con él. Ojalá te reciclen y algún día, en algún blackberry o si tienes suerte en un I-Phone, haya un pedacito de ti. bon voyage!

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