Al parecer, el hábito por la lectura y el gusto por escuchar un cuentecito no está reservada a lo seres humanos. Hace un par de años, en el Jardín Botánico de Medellín, encontré a esta ardilla detenida en un árbol mientras alguien leía en voz alta para ella (o para su acompañante). ¿Qué tipo de narración sería esta que causó tanto impacto en este pequeño roedor?
1 comentario:
fucking A
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